El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha participado como invitado especial en la Asamblea General de la Mesa del Turismo de España, donde defendió el modelo turístico castellano-manchego y rechazó las manifestaciones de «turismofobia» que se registran en otras regiones del país.
Un modelo sin «turismo de aluvión»
Durante su intervención en el encuentro, celebrado en el Madrid Marriott Auditorium Hotel con la presencia de más de 80 miembros de la asociación, García-Page destacó las características diferenciales del turismo en Castilla-La Mancha.
«Somos una región grande y variada, en el corazón geográfico de España, donde no tenemos un turismo de aluvión, pero estamos satisfechos de cómo estamos gestionando su crecimiento, sin contradicciones», afirmó el presidente castellano-manchego.
El éxito turístico como oportunidad, no como problema
García-Page se mostró crítico con las posturas contrarias al desarrollo turístico que se han extendido por algunas zonas de España. En su opinión, el éxito del sector nunca puede considerarse un problema, sino «una suerte que se traduce en prosperidad».
«Es absurdo limitarse en la creación de riqueza y en lo que nos permite crecer por miedo a gestionar ese crecimiento», subrayó el presidente regional. «No nos quejemos de tener una crisis de opulencia, es muy positivo que el turismo siga obligando a España a crear más infraestructuras, viviendas o servicios».
La Mesa del Turismo busca mayor presencia regional
Por su parte, el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, agradeció a García-Page su participación en la asamblea y explicó uno de los objetivos estratégicos de la organización: ampliar su presencia en todas las regiones españolas.
Según Molas, la entidad busca conocer de «primera mano» los problemas, intereses e inquietudes particulares de cada territorio para establecer las bases de una colaboración público-privada que impulse el turismo como «motor de desarrollo económico y bienestar».
Esta estrategia pretende, además, contribuir a «recortar terreno a la España vaciada» mediante el aprovechamiento del potencial turístico de las distintas comunidades autónomas.