La pérdida de poder adquisitivo de los españoles impulsa el cambio hacia alternativas más económicas
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman una tendencia preocupante en el sector turístico español: el turismo nacional continúa su retroceso desde 2022, mientras que el turismo extranjero experimenta un crecimiento sostenido que no muestra signos de desaceleración.
Caída del turismo nacional: los números hablan
Según la «Encuesta de ocupación hotelera» del INE, los viajeros españoles han descendido un 1,85% en los primeros dos meses de verano de 2025 comparado con el mismo período de 2022. Las cifras revelan que 5,44 millones de españoles viajaron en junio y 5,842 millones en julio de 2025, frente a los 5,42 millones de junio y 6,075 millones de julio de 2022.
Sin embargo, el dato más alarmante se encuentra en las pernoctaciones hoteleras, donde la caída es aún más pronunciada. Las pernoctaciones de españoles han disminuido un 2,65%, pasando de 27,824 millones en junio-julio 2022 a 27,086 millones en el mismo período de 2025.
El Boom del Turismo Extranjero
En contraste absoluto con la tendencia nacional, el turismo extranjero presenta números récord. Los viajeros residentes en el extranjero han experimentado un crecimiento espectacular del 19% entre 2022 y 2025.
Los datos muestran que de los 11,784 millones de turistas extranjeros en junio-julio de 2022, la cifra se ha disparado hasta los 14,018 millones en 2025 (6,816 millones en junio y 7,202 millones en julio).
Las pernoctaciones extranjeras también registran un incremento significativo del 14,5%, alcanzando las 56,586 millones de noches entre junio y julio de 2025, comparado con las 49,407 millones del mismo período en 2022.
La Realidad Económica Detrás de los Números
Esta divergencia en las tendencias turísticas refleja una realidad económica más profunda. La pérdida de poder adquisitivo está obligando a las familias españolas a buscar alternativas más económicas para sus vacaciones, optando cada vez más por el camping en lugar de los hoteles tradicionales.
El fenómeno no es nuevo, sino que representa la consolidación de una tendencia que comenzó en 2022 y que ahora se confirma con datos concretos que evidencian las dificultades económicas de muchas familias españolas para mantener sus hábitos vacacionales tradicionales.
Dos Caras de la Misma Moneda
Los datos del INE revelan claramente que España se encuentra ante un escenario de turismo de dos velocidades:
- Turismo nacional: En retroceso constante, con menos viajeros y menor número de pernoctaciones
- Turismo extranjero: En expansión continua, superando año tras año las cifras anteriores
Esta realidad contrasta notablemente con los mensajes optimistas desde las instancias gubernamentales, que presentan a España como «el motor de Europa» o destacan el rendimiento de «la mejor economía del mundo», beneficios que aparentemente no han llegado al bolsillo de los ciudadanos españoles.
Implicaciones para el Sector Hotelero
Para la industria hotelera española, esta tendencia plantea importantes desafíos estratégicos. Mientras que la dependencia del turismo extranjero se intensifica, el mercado nacional, tradicionalmente más estable y predecible, continúa erosionándose.
Los establecimientos hoteleros deberán adaptar sus estrategias para mantener la rentabilidad en un contexto donde el turismo internacional compensa parcialmente la pérdida del mercado doméstico, pero también introduce mayor volatilidad al depender de factores externos como la estabilidad económica internacional y las políticas de viajes.
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Perspectivas de Futuro
Los expertos del sector advierten que esta tendencia podría consolidarse si no se revierten las condiciones económicas que afectan al poder adquisitivo de las familias españolas. La recuperación del turismo nacional requerirá no solo mejoras en la situación económica general, sino también posiblemente nuevas estrategias de precios y productos turísticos adaptados a la nueva realidad económica de los consumidores españoles.