El sector turístico español se prepara para cerrar 2025 como el mejor año de su historia, rozando los 100 millones de turistas internacionales y aportando más de 70.000 millones de euros de superávit a la balanza de pagos. Sin embargo, la Mesa del Turismo de España advierte que las previsiones favorables para 2026 no deben conducir a la autocomplacencia ante el auge de destinos competidores en el Mediterráneo.
España rozará los 100 millones de turistas en 2025
A quince días de finalizar el año, la Mesa del Turismo confirma que España se quedará a las puertas de alcanzar la cifra histórica de 100 millones de llegadas de turistas internacionales, superando los 94 millones registrados en 2024. Este incremento consolida al sector como un pilar fundamental de la economía española, aunque pone de manifiesto desafíos importantes en términos de distribución territorial.
El análisis revela una concentración preocupante: de los 94 millones de visitantes del año anterior, 84 millones se concentraron en solo seis comunidades autónomas, mientras que el resto del territorio recibió únicamente 10 millones. Según Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, España tiene capacidad para recibir hasta 120 millones de visitantes, siempre que estén bien distribuidos en diferentes épocas del año y destinos.
Horizonte optimista para 2026 con crecimiento moderado
La organización prevé para el próximo año un crecimiento moderado pero sostenido, respaldado por indicadores sólidos: el incremento de reservas de slots aéreos para la temporada y el aumento significativo de congresos y grandes eventos confirmados para el turismo MICE (reuniones, incentivos, conferencias y eventos).
«Encaramos 2026 con un espíritu optimista», afirma Molas, quien destaca la capacidad de adaptación del sector a pesar del impacto de la subida de precios en el comportamiento de la demanda y en la cuenta de resultados de las empresas. Las previsiones apuntan a que el turismo español podrá afianzar su posición de liderazgo y competitividad internacional.
La amenaza de nuevos competidores mediterráneos
No obstante, la Mesa del Turismo lanza una advertencia clara: el sector debe mantenerse vigilante ante la creciente competencia de destinos que ganan cuota en el Mediterráneo. Países como Grecia, Chipre, Turquía, Croacia, Montenegro y Albania registran fuertes incrementos de demanda turística y ofrecen una capacidad hotelera en expansión comercializada a precios significativamente inferiores a la oferta española.
«Estos destinos se perfilan como rivales muy sólidos en precio y novedad, lo que exige que seamos capaces de reforzar la diferenciación, la calidad y la sostenibilidad como elementos distintivos de la propuesta turística española», explica Molas, quien plantea no caer en la autocomplacencia pese a las cifras favorables.
Retos estructurales: talento, reconocimiento y saturación
La escasez de personal cualificado emerge como uno de los principales obstáculos del sector. Durante momentos críticos del año, algunos establecimientos hoteleros se vieron obligados a cerrar plantas completas por carencia de trabajadores. «No puede ser que trabajar en turismo constituya un menosprecio», subraya el presidente de la Mesa, que identifica el reconocimiento social de las profesiones turísticas como un reto fundamental.
El absentismo laboral representa otro problema calificado de «escandaloso» por la organización, con 165.000 ausencias diarias que afectan al rendimiento del sector. La Mesa realiza un llamamiento a las administraciones para implementar medidas urgentes que frenen esta situación.
Además, el sector enfrenta el desafío de establecer en destinos maduros o con riesgo de saturación un equilibrio entre residentes y visitantes, apoyándose en una medida rigurosa de la capacidad de carga social, sanitaria y urbanística.
Proyecto de Competitividad: el turismo aporta el 21% del PIB
Para 2026, la Mesa del Turismo lanzará el Proyecto de Competitividad, un ambicioso estudio promovido desde la iniciativa privada para analizar en profundidad la actividad económica directa del turismo y su transversalidad con otros sectores productivos, así como su impacto territorial.
Este trabajo actualizará con nuevos indicadores cuantitativos y cualitativos la contribución directa e indirecta del turismo al PIB español. Según las estimaciones preliminares, la aportación real del sector alcanza el 21% del PIB, muy superior al 13% que reflejan la mayoría de los análisis convencionales que no tienen en cuenta un 8% de aportación indirecta. El objetivo es poner en valor el «potencial oculto del turismo» como motor de crecimiento, innovación y cohesión territorial.
Plan de Posicionamiento en la Unión Europea
La Mesa del Turismo considera imprescindible que el sector español proyecte su voz con fuerza en la Unión Europea. Con este objetivo, se inscribió en el Registro de Transparencia de la UE en septiembre pasado y puso en marcha su Plan de Posicionamiento en Europa, que se desplegará entre 2025 y 2029.
Una Comisión Intersectorial canalizará hacia las entidades comunitarias europeas las reivindicaciones y demandas que afectan a los diferentes subsectores turísticos: aviación, agencias de viajes, hostelería y otros servicios relacionados.
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Estrategia de redistribución territorial
Para impulsar una mejor distribución del turismo, la Mesa mantiene reuniones periódicas con representantes de los gobiernos autonómicos. Esta estrategia busca descongestionar las zonas tradicionales y potenciar territorios con menor afluencia turística, generando oportunidades económicas en regiones actualmente infraexplotadas.
La organización considera que esta redistribución es clave para alcanzar un modelo sostenible que permita absorber mayores flujos de visitantes sin comprometer la calidad de vida de los residentes ni la experiencia turística.












